Crítica
Un hallazgo, una fortuna
julio andrade malde 08.10.2017 | 01:39
Encontrar a un contratenor es un hallazgo. Si encima es coruñés, una fortuna. Y si, además, en una ciudad como la nuestra, aparecen dos jóvenes cantantes dotados de este tipo de voz nada frecuente, entonces estamos ante un fenómeno extraordinario. El pasado jueves escuchamos a Christian Gil. Y confío en que no tardemos en oír a Alberto Miguélez, otro gran artista nacido en nuestra urbe. Más aún: sería maravilloso poder oírlos juntos en un programa en que alternasen arias y dúos del rico y maravilloso repertorio barroco. Como Miguélez tiene la voz algo más grave (se define como contralto), el planteamiento sería aún más favorable debido al contraste tímbrico; y, por añadidura, extraordinario porque la coincidencia de esta clase de jóvenes artistas en el tiempo y en el espacio no es en absoluto frecuente. Christian planteó un programa muy interesante, variado y poco habitual, que abarcó desde el Barroco (Caccini, Vivaldi, Haendel, Literes) y el Clasicismo (Mozart), hasta la música de los siglos XX y XXI (Quilter, Britten, Obradors, García Abril). La belleza de la voz, la emisión exquisita, la impecable regulación del volumen y el refinado fraseo hacen del arte canoro de Christian Gil algo excepcional. Le acompañó un notable pianista, Miguel Huertas que, para dar descanso al solista, interpretó al piano una obra propia, Retablo, y el Preludio de Mirambel nº 1, de García Abril. Los dos artistas fueron muy aplaudidos e interpretaron, como bis, la preciosa canción de Joseph Kosma Las hojas muertas. Teniendo en cuenta que Gil se halla en los prometedores comienzos de su carrera, tal vez me permita darle un pequeño consejo en el sentido de no llenar el recital de explicaciones y de diálogos con el pianista; su medio de expresión es el canto y a ello debe atenerse. En todo caso, enhorabuena y adelante.
FUENTE: http://www.laopinioncoruna.es/coruna/2017/10/08/hallazgo-fortuna/1224166.html