Crítica
Bernstein y Fleta, dos homenajes
05.11.2018 | 00:41
Auditorio del centro Ágora, abarrotado; 600 personas. Público distinto del habitual, absolutamente entregado a unos intérpretes espléndidos que fueron largamente aclamados a lo largo del recital y después de los tres bises con que correspondió Corujo a tamaño entusiasmo. El tenor canario -que en esta ciudad se halla como en su casa-, aparte del homenaje a Bernstein (una pieza de Candide y dos de West Side Story), eligió con mucho acierto varios fragmentos de ópera y zarzuela, muchos de los cuales hizo famosos Miguel Fleta, el tenor tan vinculado a esta ciudad: Marina, El trust de los tenorios, Rigoletto, Tosca, Turandot; estos dos últimos, como bises? Incluyó otras páginas de Massenet (Werther, Manon) Puccini ( La bohème) y Guridi ( El caserío); en ellas puso de relieve la impecable escuela, el elegante fraseo, el canto legato, la exquisita regulación de la dinámica y unos bellos filados que tanto recuerdan a los de Fleta; es decir, sin trampa ni cartón, con la boca bien abierta, como está prescrito y como tan pocos cantantes lo hacen. Fue la de Corujo una actuación memorable, a pesar de hallarse vocalmente afectado por el frío de estos días atrás. Ruth Terán le acompañó con mucho acierto en el dúo de West Side Story. Sobresaliente actuación de la Orquesta Gaos, que dirigió muy bien Fernando Briones, tanto cuando acompañó a los cantantes como cuando interpretó importantes pasajes instrumentales: las Danzas sinfónicas de la conocida ópera de Bernstein, el precioso intermedio de Los Payasos, de Leoncavallo; y -¡Dios sea loado!- el preludio del segundo acto de El caserío, esa maravillosa obra maestra de Guridi que, de modo incomprensible, raramente se programa.