Entrevista con Saioa Hernández, soprano protagonista de “Un ballo in maschera”

La cantante española, a la que Montserrat Caballé ha definido como «diva del siglo XXI», debuta en A Coruña antes de cantar «Aida» con el director de «El exorcista»

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nuna garcia
TEXTO: CRISTÓBAL MANEIRO

En una ocasión, durante la presentación de un concierto con varios cantantes, Montserrat Caballé dijo sobre ella: «Para mí, es la diva de nuestro siglo. Creo que los teatros duermen, porque debería estar en todos ellos». Y de momento, a la soprano madrileña Saoia Hernández trabajo no le falta, sobre todo en Italia, donde este verano ha clausurado la temporada del Teatro San Carlo de Nápoles con Il Trovatore, o en Alemania, a cuya Semperoper de Dresde acudirá para cantar Nabucco. De Verdi también será Un baile de máscaras, la ópera que ensaya estos días e interpretará en el inicio de la Programación Lírica coruñesa, el primero de septiembre.

 -«Nadie es profeta en su tierra», en cambio, en Italia si? parecen encantados con tenerla a usted. Este verano ha entrado por la puerta grande del Teatro San Carlo de Nápoles y en breve se marcha de gira por Oriente, con el Regio de Turín, para cantar «Aida». ¿Qué nos pasa a los españoles con lo nuestro?

-Que no confiamos en lo nuestro, creemos siempre que lo de fuera es mejor. Pasa con todo, desde el jamón ibérico a la zarzuela o el cine. Nos cuesta valorar nuestros productos, cuando fuera de España sí lo hacen, ¡y vaya si lo hacen!

 -En «Aida» se va a poner a las órdenes del director de dos clásicos del cine como «The French connection» y «El exorcista», William Friedkin, que firma la puesta en escena. ¿No le produce cierto morbo?

-Soy amante del cine de terror, por lo que formar parte de una obra de Friedkin es un aliciente enorme. El exorcista es una obra que ha marcado a todo aquel que la ha visto y, por supuesto, estoy muy emocionada de poder participar en una producción suya.

-Con el tenor Gregory Kunde cantará esa «Aida», y ahora también en A Coruña, «Un baile de máscaras», ambas de Verdi. ¿Que tal es como compañero un grande de nuestros días?

-Yo no diría que es un grande solo de nuestros días, es un divo de nuestro siglo, una persona que lleva siendo grande desde hace ya mucho tiempo, cuando interpretaba los principales roles del belcanto en teatros internacionales y que ha madurado y cambiado con el tiempo. Ha sabido forjar una carrera larga y extensa en lo que a repertorio se refiere. Normalmente, cuanto más grande es el artista, más lo es la persona y el compañero.

-Las representaciones de «Un baile de máscaras» de A Coruña estarán dedicadas a la gran soprano gallega Angeles Gulín, que saliendo de Ribadavia conquistó teatros como el Metropolitan de Nueva York. Dicen que usted recuerda un poco a ella, que suena «como las cantantes de antes»…

-Me lo dicen con frecuencia y creo que es por el tipo de técnica con la que trabajo. También hay un componente de tipología de voz que es algo que viene dado por la naturaleza. Las cantantes más conocidas de esa época afrontaban diferentes repertorio usando la misma técnica y respetando el estilo. Pero eran vocalidades particulares. Quizás mi tipología vocal se acerca por extensión y color a esas voces.

 -Después de Coruña se va a cantar a Omán, donde hay un estupendo teatro de ópera, como en Dubai o Qatar. Lo mismo ocurre en Seúl o Pekín. ¿Vivimos una nueva edad de la ópera, gracias al descubrimiento que otros públicos no tradicionales han hecho de este género?

-Creo que estamos ante una nueva era y un nuevo público. No sabemos si creará tradición o no, pero de momento nos aporta nuevos aires. Que ellos decidan invertir en importar nuestra cultura debería hacer reaccionar a países como el nuestro, que cada vez invierten menos en ella y fomentan una población más y más ignorante.

 -Siendo así, ¿por qué a los políticos les cuenta tanto entender el significado de la ópera? Usted que frecuenta teatros de todo el mundo, con públicos diversos, ¿la considera elitista?

-Lo del elitismo es la eterna excusa que, sinceramente, ya no sirve. Hace tiempo que la ópera pasó a ser un espectáculo popular. En España creo que sencillamente no se ha enseñado a apreciar la ópera y la zarzuela, más bien todo lo contrario, generalmente por motivos políticos y de prejuicios. Cuando en un país falla la educación…

-¿Que espera de este debut suyo en A Coruña?

-Que sea del agrado del público, ser capaz de transmitir todo lo que la gente desea y que marque el inicio de una mayor presencia mi?a en los teatros de mi país en un futuro. Lo afronto con muchísimas ganas y con muchísimo cariño porque el público de A Coruña cuenta ya con una respetable tradición operística forjada a través del esfuerzo de los Amigos de la Ópera.

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