Bós e xenerosos (laopinioncoruna.es)

Bós e xenerosos

julio andrade malde   11.01.2015 |

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René Pape dentro del ciclo de Grandes Voces de la Temporada Lírica de A Coruña

Aplicar a Pape los calificativos de bueno y generoso parece más que merecido para este enorme artista. Planteó, generoso, un programa de considerable extensión, con cuatro obras de alta exigencia vocal que, además, amplió con tres bises -dos, de R. Strauss, y L’ ultima canzone, de Tosti-, a requerimiento de un público (igualmente, bueno y generoso) que no cesaba en sus aplausos -incluso, los rítmicos, de inequívoco y unánime significado- y en sus aclamaciones. Su bondad artística se halla en el bellísimo timbre, en el formidable poderío vocal, cuyo control para adaptarlo al mundo camerístico es uno de sus méritos indiscutibles. La expresión corporal sobria, utilizando sólo la voz, del modo más ortodoxo ha sido otra notable cualidad. Y también la capacidad para conseguir una amplia gama de colores, mediante la regulación del volumen y el empleo del registro de cabeza. Añádase a ello, un fraseo impecable y la versatilidad para cantar en diversas lenguas (además del alemán, checo, inglés, ruso, italiano). El pianista, Radicke, fue, asimismo, bueno y generoso porque siempre supo realzar el papel del cantante, sin taparlo nunca y, al mismo tiempo, poner en valor la parte pianística cuando el instrumento de teclado se convierte en vehículo expresivo como en Beethoven (maravillosa, Canción de penitencia), Dvorak (impresionante, Junto a los ríos de Babilonia, que parece inspirada en el schubertiano Viaje de invierno) o en la totalidad del ciclo del siempre genial Musorgsky.

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