El crítico Julio Andrade escribe sobre el debut de Leo Nucci en A Coruña

Esta ha sido la reflexión que el conocido crítico musical Julio Andrade Malde ha escrito con motivo de la gala lírica de Leo Nucci, en la que el legendario barítono celebrará su debut en A Coruña:

“Corría el año 1973. La Coruña disfrutaba de un buen año musical que se concretaba en las temporadas de la Sociedad Filarmónica, de la Banda Municipal y de la Orquesta del Conservatorio. Y, durante el verano, la extensa programación de los llamados Festivales de España (que incluía zarzuela, ballet y un original ciclo bajo el nombre de “Las Noches de la Ciudad Vieja”). Los aficionados a la ópera aguardaban con  impaciencia la llegada del mes de Agosto cuando se celebraba el Festival de Amigos de la Ópera. Hasta ese momento, los anteriores siete meses habían traído muy buena música, notables intérpretes y, en algunos casos, figuras y agrupaciones de alto nivel. La Orquesta Filarmónica Eslovaca (dirigida por Ludovit Rajter), The London Chamber Orchestra, la Orquesta de Cámara de Munich, Los Solistas de Salzburgo; el violonchelista, Henri Honegger; los pianistas, Esteban Sánchez Herrero, Gyorgy Sandor; y, por última vez (la postrera, de sus siete actuaciones en esta ciudad) el gran Arthur Rubinstein. Tenía 86 años por entonces y prometió volver: “Si vivo algunos años más, volveré a La Coruña” -declaró. Todos sabíamos que se trataba de una despedida definitiva. Pero, lo que ignorábamos era que, tal vez para compensar, iba a haber una llegada, también definitiva pocos meses después: la de un joven barítono que haría sus primeras armas fuera de Italia precisamente en el XXI Festival de Ópera de La Coruña. Se llamaba Leo Nucci y estaba llamado a convertirse en uno de los grandes barítonos de la historia.

Cuatro títulos integraron el Festival de Amigos de la Ópera del año 1973: Simon Boccanegra, de Verdi; Los payasos, de Leoncavallo; Madame Butterfly, de Puccini; y Nabucco, de Verdi. La función de Los payasos se completó con un concierto sinfónico-coral a cargo de la Coral Polifónica “El Eco”, en lugar del habitual acoplamiento con Cavalleria rusticana, de Mascagni. Nabucco se realizó en el Palacio de los Deportes en lugar del Teatro Colón, en un intento de darle un carácter popular ampliando las posibilidades de acceso a más personas y estableciendo precios muy asequibles para las localidades. Las voces que más destacaron en la temporada fueron las de dos barítonos. El uno, Franco Bordoni, se hallaba en  un momento pletórico de su carrera; el otro, Leo Nucci, estaba comenzándola con muy buenos resultados y mejores expectativas. Como tantas otras veces, no erró el público coruñés al identificar una gran voz y a un gran artista aún en plena juventud. Lo había hecho antes con Mario del Monaco, Elisabetta Barbato, Victoria de los Ángeles, Giuseppe DiStefano… Eran los tiempos del empresario Ercole Casali. Y, ya después, con Amigos de la Ópera: Kraus, Carreras, Caballé… Y muchos otros cuando era más difícil saber seleccionarlos: en sus comienzos. Era un verdadero descubrimiento. Como sucedió con Leo Nucci.

El barítono italiano cantó en tres de las cuatro óperas: Simón Boccanegra (Paolo), Los payasos (Silvio) y Madame Butterfly (Sharpless). Recordemos lo que se dijo entonces en el diario,  “El Ideal Gallego”.

Simon Boccanegra: “Magnífico Leo Nucci en ‘Paolo’, un segundo barítono que Verdi utiliza con especial relieve y al que presta acentos muy próximos a su gran creación de ‘Yago’. Por cualidades vocales y representativas, parece apto para mayores desempeños: sus intervenciones en el prólogo y especialmente en el segundo acto, así lo atestiguan”.

Los payasos: “Buena actuación de Leo Nucci en un papel de compromiso: ‘Silvio’. Su prólogo fue de buena calidad (…) Posee sobradas facultades para realizar una labor dignísima”.

Madama Butterfly: “Formidable, Leo Nucci, en un ‘Sharpless’ muy superior a lo habitual: por su voz timbrada y llena, por su excelente expresión vocal, su impecable fraseo, su justeza y afinación. Su interpretación fue perfecta de principio a fin de la obra. Ovacionado con toda justicia por un público inteligente”.

Pues bien: aquel joven barítono que cantaba por vez primera fuera de su país se consagró pronto como uno de los grandes cantantes de su cuerda y fue requerido por los grandes teatros de ópera de todo el mundo. Desde hace algunos años, ha vuelto a esta ciudad que lo considera suyo. Tal vez por derecho de descubrimiento; pero, sobre todo, porque él se ha comportado con nuestro público con una generosidad y un afecto sin límites. Aquí lo tenemos de nuevo. Y viene a demostrar una vez más que es un gran barítono, capaz de enfrentarse a un repertorio de alta exigencia vocal: Payasos, Traviata, Nabucco, Un ballo in maschera, Rigoletto… Y habrá más. Porque el público, no lo dejará marchar sin pedirle, con exclamaciones, con aplausos rítmicos un bis. Y luego, otro. Y otro…

Hay que agradecer también a Leo Nucci su gran generosidad hacia otros colegas. Él ha insistido para que participasen en este recital dos cantantes gallegas, aunque no de nacimiento, sino por elección, que es tal vez la forma de pertenencia más meritoria. Son ellas, Eduvigis Sánchez (de origen canario, pero afincada en Galicia) y Clara Panas (natural de Moldavia; pero vecina, desde hace bastantes años y con voluntad de permanencia, de una población, sita en los alrededores de La Coruña). Estará la Sinfónica de Galicia, la espléndida orquesta gallega con sede en La Coruiña, que le ha acompañado en tantas actuaciones triunfales y a cuyo frente se situará un joven y grandísimo director, José Miguel Pérez Sierra, que también podemos considerar un descubrimiento de esta ciudad cuando, en sus comienzos, dirigió aquí unos conciertos didácticos para los niños, y pudo observarse ya la gran categoría rectora que atesoraba; de todo ello se dejó la oportuna constancia crítica en el diario “La Opinión”. Y estará también el Coro Gaos, una agrupación coral muy joven (nacida el año 2010) e integrada por coristas de edad media muy juvenil que se ha hecho ya, en tan poco tiempo, un envidiable currículo. Va a ser una fiesta musical para cuantos participarán en ella y un homenaje entrañable, cordial a Leo Nucci, Medalla de Oro de Amigos de la Ópera, A quien esta ciudad descubrió… ¡Y continúa descubriendo!”

 

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